La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido una alerta sobre el reciente aumento de casos de COVID-19 a nivel mundial. En las últimas semanas, varias regiones han reportado un incremento significativo en las tasas de infección, con algunos lugares registrando un porcentaje de pruebas positivas que supera el 10%, y en Europa, hasta el 20%.
La doctora Maria Van Kerkhove, directora de Prevención de Pandemias de la OMS, expresó su preocupación por la baja cobertura de vacunación en muchas áreas. Según Van Kerkhove, la insuficiente vacunación podría facilitar la aparición de nuevas variantes del virus, potencialmente más virulentas y resistentes a las vacunas actuales. “Es crucial que los gobiernos intensifiquen sus campañas de vacunación, especialmente dirigidas a los grupos de mayor riesgo, como los ancianos y las personas con condiciones de salud preexistentes”, afirmó.
Además, la OMS ha instado a la población a mantener las medidas de prevención, como el uso de mascarillas en lugares cerrados y la práctica del distanciamiento social, para reducir la propagación del virus. La organización también ha subrayado la importancia de la vigilancia genómica para detectar y monitorear nuevas variantes de manera temprana.
En respuesta a esta situación, varios países han comenzado a reforzar sus estrategias de salud pública. Por ejemplo, en América Latina, algunos gobiernos están implementando nuevas campañas de vacunación masiva y aumentando la disponibilidad de pruebas de diagnóstico. En Asia, se están adoptando medidas similares, con un enfoque en la protección de las comunidades más vulnerables.
La comunidad científica sigue trabajando arduamente para desarrollar nuevas vacunas y tratamientos que puedan hacer frente a las variantes emergentes. Mientras tanto, la OMS continúa colaborando con los gobiernos y las organizaciones de salud para asegurar una respuesta global coordinada y efectiva.