La alimentación complementaria es el proceso por el cual los bebés comienzan a introducir en su dieta alimentos diferentes a la leche materna o de una fórmula infantil como complemento y no como sustitución de esta. Es uno de los primeros retos a los que se enfrentan los padres y madres, ya que en muchas ocasiones les produce preocupación e incertidumbre.
Según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se recomienda mantener la lactancia materna (LM) de forma exclusiva durante los 6 primeros meses de edad y, a partir de ese momento, añadir de forma paulatina el resto de los alimentos, manteniendo la LM a demanda todo el tiempo que madre e hijo deseen.
Sin embargo, no todos los bebés están listos para comenzar con otros alimentos al mismo tiempo. Algunos pueden estar listos con 6 meses recién cumplidos y otros deberán esperar hasta los 7 meses, siendo totalmente normal. Pero no se debe retrasar más de esa edad ya que puede conllevar riesgos asociados como carencias alimentarias, alergias o intolerancias.
Para saber si tu bebé está listo para empezar con otros alimentos, debes observar si presenta algunas señales como: tener 6 meses cumplidos, haber perdido el reflejo de extrusión (la capacidad de expulsar el bolo alimenticio por la boca), mantenerse sentado sin apoyo y mostrar interés por la comida.
Una vez que el bebé nos muestra estas señales, podemos empezar a ofrecerle otros alimentos y líquidos diferentes a la leche materna o a una fórmula infantil. Lo ideal es hacerlo desde el cuarto mes y seguir un orden progresivo según las preferencias del bebé.
Algunos ejemplos son: purés blandos o triturados, trozos pequeños y variados, alimentos cocinados al vapor o al microondas y alimentos naturales como frutas o verduras.
Es importante introducir los alimentos potencialmente alérgenos (como leche de vaca, huevo o soja) en pequeñas cantidades y observar si hay alguna reacción adversa en el bebé. Si se presenta alguna erupción cutánea, hinchazón o dificultad para respirar, se debe suspender el alimento y consultar al pediatra.
También es importante ofrecer al bebé agua u otros líquidos sin azúcar ni edulcorantes artificiales para mantenerlo hidratado. Se puede empezar con un chupete o un vaso pequeño para estimular su ingesta.
La alimentación complementaria es una etapa muy importante en el desarrollo del bebé y requiere paciencia y orientación por parte de los padres y madres.
Si tienes alguna duda o consulta sobre este tema, puedes contactar con tu pediatra o el Ministerio de Salud Pública.
