En el marco del Día Mundial del Agua, Ecuador se destaca como un punto crucial en el panorama geológico e hídrico de América del Sur. Es gracias a su ubicación estratégica entre los Andes y Galápagos, que establece las bases para la formación de cuencas hídricas de vital importancia.
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El país tiene un potencial hídrico en su vertiente amazónica, donde se generan 228,917 hectómetros cúbicos por año. Destacan las cuencas de los ríos Napo, Santiago y Pastaza, que configuran un sistema fluvial complejo y diverso, contribuyendo a la riqueza natural del país con ríos como el Papallacta, Quijos, Coca y Napo.
A pesar de la alta disponibilidad hídrica en Ecuador, estimada en un volumen de agua per cápita de 20,700 m3/hab/año, la gestión eficiente de este recurso se ve desafiada. La falta de plantas de tratamiento y la contaminación debido a actividades como la minería ilegal y descargas directas de aguas residuales representan una amenaza.
De acuerdo con el análisis realizado por la USFQ, se encontró que 12 ríos examinados están contaminados con bacterias y sustancias químicas. Este estudio evaluó la calidad del agua en 12 ríos ubicados en la Costa, Sierra y Amazonía del país. Todos los cuerpos de agua evaluados mostraron niveles de Escherichia coli y coliformes totales (indicadores de contaminación por heces humanas y animales) que excedían el límite máximo establecido por las leyes internacionales y ecuatorianas.
