Una comunidad se estremece tras la muerte de un hombre en una ceremonia religiosa
Un perturbador suceso ha sacudido la tranquila comunidad de Gualsaquí, en Otavalo, provincia de Imbabura. Todo inició con una ceremonia religiosa llevada a cabo por una familia, la cual terminó en tragedia cuando uno de los participantes, Marco Vinicio O., de 38 años, perdió la vida en circunstancias misteriosas, supuestamente a manos de su propia madre.
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Según relatos de testigos, la madre, luego de un período de ayuno en una iglesia evangélica, afirmó haber tenido una revelación divina y convocó a sus hijos para una reunión religiosa en la que Dios supuestamente hablaría a través de ella. Sin embargo, lo que comenzó como un llamado espiritual se tornó macabro cuando la familia se congregó en la iglesia de Gualsaquí el domingo 11 de febrero.
Durante la ceremonia, la madre habría instruido a sus hijos a permanecer arrodillados todo el día, y posteriormente, dos de ellos, incluido Marco Vinicio O., se encontraron inconscientes sobre una cama, cubiertos con una sábana blanca, en lo que se describió como una comunicación con Dios. Desafortunadamente, Marco no recuperó la conciencia y finalmente fue encontrado ensangrentado por su esposa, quien había salido brevemente del lugar.
El caso tomó un giro aún más inquietante cuando los paramédicos confirmaron la muerte de Marco, y se descubrió que presentaba señales de latigazos en el pecho y la espalda. A pesar del evidente indicio de violencia, el personal de criminalística se vio impedido de realizar un levantamiento del cuerpo debido al temor a represalias por parte de la comunidad.
En medio del horror, las autoridades han intervenido, y la madre, de 69 años, fue detenida y encerrada en una cárcel indígena, aunque posteriormente fue puesta en libertad. Paolina Vercoutere, viceprefecta de Imbabura, ha condenado el incidente como un crimen contra la vida y ha insistido en la importancia de la intervención estatal en casos de fanatismo religioso.
El entierro de Marco Vinicio O. tuvo lugar el pasado 15 de febrero, mientras la comunidad de Otavalo sigue conmocionada por este trágico evento.
