Los dos hospitales principales de la zona norte están colapsados y miles de personas sufren por la falta de atención médica.
La situación humanitaria en la Franja de Gaza se ha agravado por los intensos bombardeos de Israel, que han dejado más de 6.500 muertos y heridos desde el pasado 7 de octubre. Los ataques son en represalia por la masacre perpetrada por Hamás, el grupo islamista que controla el enclave, que acabó con la vida de 1.400 personas.
Uno de los efectos más devastadores de los bombardeos es el colapso del sistema de salud, que ya operaba con muchas limitaciones debido al bloqueo total que impone Israel desde el mismo día. Según el ministerio de Sanidad de Gaza, actualmente hay más de 7.000 enfermos y heridos que necesitan tratamiento urgente, a los que los servicios sanitarios no pueden atender.
De los 35 hospitales públicos del enclave palestino, 12 han dejado de funcionar y el resto solo atiende emergencias, aunque si la situación no cambia, en pocos días correrán la misma suerte. Además, muchos centros médicos han sido dañados o ocupados por las fuerzas israelíes bajo el pretexto de que insurgentes de Hamás los usan como centro de mando.
La falta de combustible, electricidad, agua y alimentos también ha provocado una crisis sanitaria en Gaza. Los hospitales y centros médicos no tienen agua suficiente y la electricidad la consiguen gracias a los generadores que son alimentados con combustible, que ya se está acabando. Esto implica que pronto los generadores dejarán de funcionar y con ello cerrarán todos los hospitales.
La situación es crítica para los pacientes que padecen enfermedades graves como cáncer o diálisis, que requieren tratamientos especializados y constantes. También hay riesgo de ruptura del suministro de sangre para transfusiones y atención a los heridos.
Médicos Sin Fronteras (MSF), una organización humanitaria internacional, ha denunciado la grave situación sanitaria en Gaza y ha pedido a las autoridades internacionales que intervengan para poner fin al conflicto y proteger a la población civil.
“Es una tragedia lo que está pasando en Gaza. Los pacientes están sufriendo mucho por falta de atención médica adecuada. Hay muchos casos pendientes sin resolver y muchos más por venir. Necesitamos ayuda urgente para salvar vidas”, dijo Juan París, un médico psiquiatra venezolano que trabaja en Cisjordania y la Franja de Gaza.
