Emerson, un migrante ecuatoriano de 37 años, comparte su impactante historia mientras se dirige hacia EE.UU. en una caravana de aproximadamente 6,000 personas. Su travesía comenzó el pasado 20 de julio.
En su relato, Emerson describe cómo los delincuentes secuestran a sus compatriotas durante el camino y los llevan a lugares conocidos como “gallineros”. Allí, los mantienen cautivos hasta que sus familiares logren reunir el dinero exigido para su liberación. La tensión en esos momentos es insoportable, especialmente porque los niños corren el riesgo de morir deshidratados si no se consigue el monto solicitado. Los rescates varían entre USD 5,000 y 15,000, dependiendo de la situación.
La travesía de los migrantes ecuatorianos hacia los Estados Unidos está llena de obstáculos y peligros. A pesar de las dificultades, miles de personas de las 24 provincias del país siguen buscando la oportunidad de llegar a Norteamérica. Viven historias de violencia, se endeudan y venden propiedades o negocios para perseguir el sueño americano. Emerson, quien dejó su hogar en Quinindé debido a amenazas de bandas criminales, narra su experiencia migratoria con valentía y determinación.
Es fundamental que se visibilicen estas realidades y se busquen soluciones para proteger a los migrantes en su camino hacia un futuro mejor. El costo humano y las dificultades que enfrentan son inmensos, y es responsabilidad de la comunidad internacional trabajar juntos para garantizar su seguridad y bienestar.