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El azúcar es un tipo de carbohidrato que aporta energía al organismo, pero que también puede causar diversos problemas de salud si se consume en exceso. Algunos de los problemas más comunes son:
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- Caries dental: El azúcar favorece el crecimiento de bacterias que producen ácidos que dañan el esmalte de los dientes y provocan caries.
- Sobrepeso y obesidad: El azúcar aporta calorías vacías, es decir, sin nutrientes esenciales, que se almacenan como grasa si no se queman con la actividad física. El sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de sufrir otras enfermedades como diabetes, hipertensión, problemas cardíacos, etc.
- Diabetes: El azúcar eleva los niveles de glucosa en la sangre, lo que hace que el páncreas tenga que producir más insulina, la hormona que regula el azúcar. Si el consumo de azúcar es muy alto y frecuente, el páncreas puede agotarse y dejar de producir insulina o el cuerpo puede volverse resistente a ella, lo que causa diabetes. La diabetes es una enfermedad crónica que afecta a varios órganos y puede tener complicaciones graves como ceguera, amputaciones, insuficiencia renal, etc.
- Hígado graso: El azúcar se metaboliza en el hígado, donde se convierte en grasa. Si hay demasiada grasa en el hígado, se puede inflamar y dañar sus células, lo que puede provocar cirrosis, cáncer o insuficiencia hepática.
- Enfermedades cardíacas: El azúcar aumenta los niveles de triglicéridos y de colesterol malo (LDL) en la sangre, lo que favorece la formación de placas de ateroma en las arterias, que dificultan el flujo sanguíneo y pueden causar infartos, angina de pecho, arritmias, etc.
- Insuficiencia renal crónica: El azúcar daña los vasos sanguíneos de los riñones, lo que reduce su capacidad de filtrar los desechos y el exceso de líquido del cuerpo. Esto puede provocar acumulación de toxinas, edemas, hipertensión, anemia, etc.
- Cálculos renales: El azúcar aumenta la excreción de calcio por la orina, lo que puede favorecer la formación de cálculos o piedras en los riñones, que causan dolor, infecciones, obstrucción, etc.
- Estrés, ansiedad y depresión: El azúcar produce un pico de energía y de placer al estimular la liberación de dopamina, un neurotransmisor relacionado con el bienestar. Sin embargo, este efecto es temporal y luego se produce una caída de los niveles de glucosa y de dopamina, lo que genera un estado de malestar, irritabilidad, ansiedad y apetito por más azúcar. Este ciclo puede afectar el estado de ánimo y la salud mental de las personas, aumentando el riesgo de sufrir estrés, ansiedad y depresión
- Problemas cognitivos y Alzheimer: El azúcar afecta la función del hipocampo, una región del cerebro implicada en la memoria y el aprendizaje. El exceso de azúcar puede deteriorar la capacidad de concentración, de atención y de memoria de las personas, así como aumentar la inflamación y el estrés oxidativo en el cerebro, lo que puede estar relacionado con el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
- Problemas dermatológicos: El azúcar favorece la producción de sebo y de andrógenos, unas hormonas que pueden obstruir los poros de la piel y empeorar el acné y la rosácea. Además, el azúcar acelera el proceso de envejecimiento de la piel al provocar la glicación, una reacción química que daña las fibras de colágeno y elastina, que son las que mantienen la firmeza y la elasticidad de la piel.
Para evitar estos problemas, se recomienda limitar el consumo de azúcar añadido y libre, es decir, el que se agrega a los alimentos o el que está presente en la miel, los jarabes, los zumos y los concentrados de fruta. La Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja que el consumo de azúcar añadido y libre no supere el 10% de la ingesta calórica diaria, lo que equivale a unos 50 gramos al día, y que idealmente se reduzca al 5%, lo que equivale a unos 25 gramos al día. También se recomienda consumir alimentos que contienen azúcares naturales, como la leche, la fruta y las hortalizas, que además aportan otros nutrientes beneficiosos para la salud. Asimismo, se aconseja llevar una dieta equilibrada, variada y rica en carbohidratos complejos, que se absorben más lentamente y no elevan tanto la glucosa en la sangre, y practicar ejercicio físico regularmente, que ayuda a quemar el exceso de azúcar y a mejorar el estado de ánimo y la salud en general.