Los cachorros son muy vulnerables a las enfermedades infecciosas, especialmente el parvovirus y el moquillo, que pueden causarles graves problemas de salud e incluso la muerte. Por eso, es muy importante vacunarlos desde las primeras semanas de vida para protegerlos y prevenir posibles brotes.
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El parvovirus es un virus que afecta al sistema digestivo de los perros, provocando vómitos, diarrea, deshidratación y pérdida de apetito. El moquillo es otro virus que ataca al sistema respiratorio, nervioso e inmunológico de los perros, causando tos, secreción nasal, fiebre, convulsiones y parálisis. Ambas enfermedades son muy contagiosas y pueden transmitirse por contacto directo o indirecto con otros perros infectados o con objetos contaminados.
La vacunación es la mejor forma de prevenir estas enfermedades y garantizar el bienestar de los cachorros. Según los expertos veterinarios, la primera vacuna que deben recibir los cachorros es la que combate el parvovirus y el moquillo, que se administra a las 6 semanas de vida.
Esta vacuna requiere de refuerzos posteriores para asegurar una inmunidad adecuada. A las 8 o 9 semanas, se les debe aplicar la vacuna polivalente, que además de protegerlos contra el parvovirus y el moquillo, los inmuniza contra otras enfermedades como la hepatitis, la parainfluenza, el adenovirus y la leptospirosis. A las 12 semanas, se les debe administrar otro refuerzo de la vacuna polivalente, junto con la vacuna de la rabia, que es obligatoria por ley.
Los veterinarios recomiendan seguir el plan de vacunación establecido y no saltarse ninguna dosis, ya que esto podría poner en riesgo la salud de los cachorros y favorecer la aparición de nuevas cepas de los virus. Asimismo, se aconseja no sacar a los cachorros a la calle hasta que hayan completado el ciclo de vacunación, para evitar que se expongan a posibles fuentes de infección. Los dueños de los cachorros también deben estar atentos a los posibles efectos secundarios de las vacunas, como fiebre, dolor, inflamación o falta de apetito, y consultar con el veterinario ante cualquier duda o anomalía.
Vacunar a los cachorros contra el parvovirus y el moquillo es una medida de responsabilidad y de amor hacia los animales, que les permite crecer sanos y felices. Además, es una forma de contribuir a la salud pública y al control de las enfermedades zoonóticas, que pueden afectar tanto a los perros como a las personas.